El lobo gigante
HabÃa una vez, una pequeña aldea frente a un bosque en el que vivÃan Zal y Connie, un par de mejores amigos que, a pesar de tener personalidades diferentes, tenÃan un amor común por la pintura. El tÃmido Zal visitaba diariamente la linda cabaña de un travieso Connie para pasar horas y horas pintando todo lo que los rodeaba. Un dÃa Connie le dijo a su amigo: -AmarÃa poder pintar el lobo gigante que vive en el bosque, he escuchado que es muy hermoso ¿no te gustarÃa presumir que pintaste un lobo gigante que viste con tus propios ojos? A lo que Connie, tembloroso de solo la mención del lobo, respondió: -No creo que sea una buena idea, ¿y si nos ataca? -No seas gallina, yo te protegeré- dijo Connie con el pecho alzado. -Pero no podemos luchar contra el lobo gigante, los rumores dicen que sus garras son capaces de despedazar árboles y sus afilados dientes han roto cabañas de nuestros antepasados. - habló Zal con la voz temblándole cada vez más según describÃa al atemorizante lobo. - ¿A caso